( A Rafael Sánchez Ferlosio, che ha scritto una fiaba bellissima, Industrias y andanzas de Alfannhuí).
Los muros son altos, aquí.
Madreselvas enanas, acacias, rosas
Que buscan la luz de la tierra húmeda con sed,
Con aprensión ligera.
Los muros son altos, aquí.
Tu mirada sigue siendo tranquila,
A veces tibia, cordial y ardiente, según los casos.
Según los casos, digo.
Pero las gotas de rocío
Que tienes sobre el rostro
(blanco, blanco rocío de madrugada)
anulan a intervalos los sentidos.
Lo siento.
Detrás de los muros ocultos,
Se oye a lo lejos el grito de la garza
Que se muere:
No llores. Canta el tiempo celoso
Tu historia antigua, desconocida y alegre
Y los muros te sonríen resignados,
Porque los muros saben, saben pillar
– sin dudas algunas –
las viejas escrituras
florecidas en tus ojos.
El rocío se ha derretido con las nubes:
ha nacido a un hibiscus entre las flores.